Conservación de álbumes domésticos
Un álbum fotográfico es un archivo doméstico y selectivo, una herramienta para la construcción de la imagen del grupo familiar. Las fotografías familiares son documentos de un archivo privado creado por y para la familia. Al reunir una colección determinada de imágenes, se elabora una narración visual que forja la identidad familiar, según estereotipos y modelos aceptados socialmente.
¿UN ÁLBUM ES HISTORIA?
Los álbumes domésticos constituyen la historia familiar común, la memoria histórica de una familia, de su genealogía y su herencia. Su función es reactivar la memoria del observador mediante la narración visual de historias para los miembros de la familia, por lo que es uno de los registros culturales más completos e importantes de la sociedad. En ellos la familia se concibe no sólo como la suma de sus miembros, sino sobre todo como un sistema de relaciones, actividades, rituales e incluso, posesiones (casa, vehículos, animales, etc.).
Por eso, el álbum es un libro de vida, la conciencia visual del paso por la vida nuestro y de nuestros antepasados. Habla de nuestros orígenes, de épocas pasadas, pero también da señales de lo que seremos en el futuro. Nos muestra a nosotros mismos (niños, adolescentes, jóvenes y ancianos) y a nuestro mundo (la moda, los lugares, los tiempos y sus costumbres...).
Es otro elemento más del patrimonio familiar que, al igual que otras posesiones, puede subir o bajar y está sometido a la particiones y herencias entre sus familiares y a la desaparición. Se procura no dividirlo hasta la muerte de los padres.
El álbum viaja por los acontecimientos más importantes de nuestras vidas para hacernos perdurar a través del tiempo, lo que le permite guardar en su interior no solo la memoria particular de la familia, sino también la las condiciones sociales, políticas, históricas y económicas que esconden las imágenes, por lo que sirve para la reconstrucción de la realidad histórica.
Salvar las fotografías del deterioro
El paso del tiempo y las condiciones ambientales son algunos de los factores que pueden deteriorar los documentos y con ello la información que contienen. Una fotografía muy dañada puede ser irrecuperable y muchas veces se detectan los daños una vez que estos son irreversibles.
Pero no sólo existe la amenaza de la pérdida física sino también la pérdida de información que contienen las fotografías. Cuánto más antiguas, más difícil se vuelve identificar personas, lugares y acontecimientos representados. Puede que no sepamos los nombres de quienes aparecen, el lugar donde se encuentran, el motivo de la fotografía (cumpleaños, reunión familiar, fiestas), etc. Si no tenemos a quién acudir para conseguir estos datos lo más probable es que la información contenida allí ya se haya perdido y en estos casos es muy difícil reconstruirla. Por ello se considera necesario registrar el contenido de cada fotografía aunque ello resulte evidente.
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