El primer restaurador del Cristo

03.10.2025

¡¡Y así sucedió!!

Revista de El Cristo, 1954

 Texto y foto de Pepe Gordillo


- ¿Quién es?
- Soy yo, un artista devoto tuyo
- ¿Y qué quieres?
- Señor, quisiera... quisiera... quisiera...
- ¡Vamos! ¿Qué quieres?
- Quisiera restauraros. Estáis tan lastimado, tan estropeado!
- Es verdad que me hace falta, puedes hacerlo.
- Sí, pero tengo miedo. La operación es tan laboriosa, tan larga, que pudiera surgir alguna protesta desagradable. Muchos no confían en mí, me critican, están descontentos.
- No importa. Adelante. ¿Tienes confianza en ti? ¡Adelante! Cuando hayas terminado, todo se trocá en satisfacción.
- Tal vez, pero... ¡la operación es tan desagradable! Hay que cortar, raspar, quitar, poner. No sé si será irreverencia. ¡Me causáis tanto respeto!
- No hay nada de eso cuando las cosas se hacen con él. Puedes empezar sin más titubeos.
- ¡Bien Señor! Pero antes algunas preguntas. Desearía saber quién os hizo y quién os trajo aquí, pues a pesar de los pobres procedimientos de antaño, tenéis trozos muy bellos, muy bien hechos.
- Cuando se trabaja por amores, el artista se supera. El que me hizo: me amó al modelarme, y donde no lo logró total perfección, la veneración que me tiene este pueblo tan devoto, la ve. En cuanto a quien me trajo, no tiene importancia. Lo importante es que estoy con vosotros y estaré eternamente, porque cuando al paso de los siglos las heridas vuelvan a repetirse, surgirá otro artista que las restañe y así hasta el fin de los tiempos.
- Pues entonces, empiezo, y Tú Señor, ilumíname.
- Lo haré.
- Y así sucedió: ¿Fue milagro? Tal vez, porque terminada la obra no hubo descontentos, y el artista quedó deseando de volver a emplear sus facultades a la mayor gloria de Dios.
Ten fe y no te desalientes
aunque todos te nieguen a porfía.
Es Dios tan omnipotente
que, cual otro Moisés, si en El confías
la roca dura trocarás en fuente.
PEPE GORDILLO, 1954